NUEVA YORK - DÍAS 6 Y 7

 ¡Hola de nuevo!

Por aquí vengo, a seguir contándoos mi gran aventura (y pensar que ya hace más de un año de ella...).

El sexto día cayó con un tiempo bastante nublado que amenazaba lluvia, y de hecho, así fue. Como ese día, además, estaba bastante cansada, decidí planes tranquilitos.

La primera parte de la mañana la pasé en la New York Public Library escribiendo ^^ (ya puedo decir que parte de los relatos que he escrito a lo largo de mi vida han sido ahí).

Luego fuimos a comer unos bocadillos bastante ricos y yo pasé la tarde Books and Nobles (GUAU). Me dediqué a recorrerlo entero y luego me senté en uno de los ventanales y me puse a leer. Sé lo que estáis pensando... "¿Se va a Nueva York a escribir y leer?". Parece una locura, pero yo me llevo el recuerdo de eso y fue una manera muy bonita (al menos para mí) de disfrutar de ese día lluvioso en la ciudad, porque me senté en un grandísimo ventanal a leer y a mirar cómo llovía.


Cuando fue cayendo la noche lo que decidimos fue coger unos perritos de camino al hotel y comérnoslos viendo una peli, que es algo que nos encanta disfrutar juntos. Y ya os digo, el recuerdo de tener las vistas de las calles de Nueva York haciendo esto, aunque haya quien no lo entienda, para mí fue superespecial.

El séptimo día (y técnicamente último completo) en Nueva York amaneció soleado, pero que no os engañen las fotos, que hacía un frío helador (literalmente; me lavé el pelo antes de salir y se me congeló). Eso sí, gracias a ese frío conseguí mi supergorro ^^



Ese día teníamos la mañana juntos, así que fuimos a un sitio que a él le apetecía ver conmigo: High Line. Es un paseo muy curioso, porque mezcla una arquitectura rara (lo siento, me niego a decir moderna) y zonas verdes, aunque en ese momento muy verdes no estaban, que digamos. Igualmente, vi cosas muy chulas y descubrí que ese paseo estaba construido sobre una vía de tren.












Después de este rato tan agradable, me quedé solita y decidí invertir ese rato en comprar los regalitos y los recuerdos (un minuto de silencio por la taza que me traje y que mi gato, amante de romper TODO LO QUE ENCUENTRA A SU PASO, rompió). También en esta mañana hice la visita a un sitio que quería ver pero a la vez no... El World Trade Center y la Zona Cero. Es sobrecogedor no ver las Torres Gemelas que tanto representaban esta ciudad, aunque en su lugar, he de decir que han dejado una zona de visita que no es nada macabra y en la que han puesto el nombre de todos los que perdieron la vida ese 11 de septiembre de 2001.










Ese mediodía dimos bastantes vueltas (muchas, muchísimas) buscando un Shake Shack (y sí, he tenido que buscar el nombre porque siempre lo digo mal XD). No dábamos con uno abierto y ya al final acabamos en un McDonald's comiendo con algo de prisa porque yo quería ver el atardecer desde el Top of the Rock. Al final no se pudo porque había bastante cola y no quería hacer las cosas mal. Decidimos que ese sería el punto de este viaje tan chulo, así que lo pospusimos al día siguiente y finalmente acabamos ese día dando un paseo tranquilo y consiguiendo los chulísimos (cuquis y pastelosos) donuts del Dunkin Donuts. Era 14 de febrero así que imaginaos la forma que tenían, porque fotos no me dio tiempo a hacer XD.

Y si por la mañana había hecho un frío congelador, cuando cayó la noche no os quiero contar, así que repetimos el proceso de la noche anterior: cogimos unos perritos y nos refugiamos en el hotel calentitos. Ya solo me queda contaros el último día... y será más pronto que tarde :P

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